domingo, 18 de octubre de 2009

La vida puede ser maravillosa

Todos sabemos que la muerte es un proceso irremediable, aunque todos deseamos que llegue lo más tarde posible.
En tu caso no ha sido así, con 53 años simplemente, te nos has marchado.
Unos te odiaban, otros te adoraban, pero a nadie le dejaste indiferente. Tú eso lo sabías, y te enorgullecía, porque sabías que el que decía odiarte había echo una cosa, escucharte narrar partidos.
Hoy se va la persona que me enseñó a amar la NBA, a aquel loco bajito, calvo, y con pajaritas extravagantes que a altas horas de la madrugada daba unos gritos que en más de una ocasión despertaron a mi madre.
DEP Andrés, y como dijiste siempre, hasta el día que narraste por última vez un partido en la Sexta: "La vida puede ser maravillosa", aunque a partir de ahora no lo será tanto.