martes, 21 de octubre de 2008

Sigamos recordando...

Hoy, hablando con una amiga, me ha recordado unos personajillos del pasado, unos que acompañaron todas nuestras tardes del fin de semana a la hora de comer, era esa epoca en la que los niños comían viendo cosas bonitas, como son los dibujos animados, donde los telediarios no eran una versión audiovisual del periódico "El Caso", donde no estabamos rodeados por esa televisión amarilla, que a la tarde se convierte en color rosa.
Son muchas las series que vi, muchas, como nuestro querido D'Artacan, Marco, Willy Fog, y tantas mas, a esta hora donde mi estómago infantil pedía comida, descubrí dibujos de calidad, que me hicieron ser como soy, no se si buena o mala persona, pero si que ser como soy.
Pero ahora quiero hablar de esa serie a la que hacía mención, aquella de seres diminutos con un gorro en forma de cono, que habitaban en el bosque, y que pese a su tamaño eran siete veces mas fuerte que yo, muy veloces, y siempre estaban de buen humor. Se que ya sabéis de quienes hablo, sí, hablo de David, de su mujer Lisa, y de su inseparable Swif (ese zorro fiel que corría mas rápido que U. Bolt, y que tantas veces lo ayudó)
Hoy navegando por ese mare magnum de videos que es Youtube, vi el episodio final. Ese capítulo en el que David, su esposa y un amigo que nació el mismo día que David, se van a la Montaña Eterna, ese lugar donde los Gnomos cuando cumplen los 400 años van a convertirse en árboles. Ese es de los pocos capítulos donde no aparecían los Trols, mira que eran malos, y aun así, te hacían quererlos, sobretodo ese tontorrón, que era malo porque nació en el bando equivocado, aunque en el fondo se ve que era un buenazo.
Aún recuerdo lo que lloré el día que vi como se convertían en árboles, y aún hoy me emociono, ahí nos convertimos en amantes de la naturaleza, y ahí me mostraron una manera diferente de ver la muerte, ahí vi que cuando un ser querido nos abandona, quizás se aleja de nuestro lado, y quizás no volvamos a verlo, pero seguirá ahí, será parte de la naturaleza, porque somos materia, y la materia no desaparece, simplemente se transforma.
Esa serie me marcó, bueno y mucha más, las que nombre antes, y otras como Erase una vez... la vida, Erase una vez... el ser humano..., Los Diminutos, Los Pitufos, Yaki y Nuka...
Me encantaba leer cuando empezaba la serie lo que decían en la cabecera:
"Esta serie está inspirada en la propia naturaleza y ella es en realidad la principal protagonista. Los nombres, personajes y situaciones relatadas a continuación han sido extraidos del libro secreto de los gnomos, siendo totalmente verídicos. Han tenido que transcurrir muchos siglos para que los humanos tuviéramos acceso a la información más completa que existe sobre el mundo de los Gnomos" y nosotros nos lo creíamos, mira que éramos inocentes, y negarme que nunca ninguno pensó que si miraba bajo un árbol le aparecería uno de ellos, si no lo hicistéis, no pasa nada, yo lo hice por vosotros, y no me avergüenzo.

La verdad es que es para empezar a preocuparme, que mientras mi querido amigo Javi habla de cosas mas importantes como la crisis en este país, o las aventuras y desventuras de un loco en América, o mientras Manolo nos narra las bodas, o el último libro de cabecera, yo simplemente hago menciones al pasado.
Quizás porque era una época alegre, donde no había preocupaciones, o quizás porque cada vez está peor el futuro y no quiero mirar hacia ahí más tiempo del necesario. Pero hoy, amigos míos, os recomiendo que cuando tengáis un rato libre, entréis en youtube, u os descarguéis del emule, series del pasado, no la colección entera, pero si un capítulo y sintáis las sensaciones de cuando éramos niños, porque cuando éramos niños no teníamos maldad, o por lo menos no existía maldad más allá de una botella apoyada en una puerta, o de un globo lleno de agua desde un cuarto piso.
Quizás empiece a tener un síndrome de Peter Pan, o quizás son estas lluvías que te invitan a la melancolía, pero cada día que pasa me hace ilusión mirar al pasado, pues fueron años muy felices, y me ayudan a mirar con mas fuerza al futuro, para que marcarme una meta, que lo que me queda de vida, sea por lo menos tan feliz como lo fui entonces, porque eso ya será ser muy feliz. Y una vez más se, que con vosotros a mi lado, eso es un camino mucho más fácil.
Y ahora, me voy a despedir como se despedían en la serie, David decía una palabra, que no se escribir, pero creo que era algo asi como Slift bye, y después sonaba la canción de cierre, cuya letra os trascribo:
David, mira que la Luna se va, acuéstate ya.
David, cada noche es una aventura que nos contarás.
Dime cuando cambia el tiempo.
Qué animales has curado.
Hacia dónde viaja el viento.
Dime cosas que han pasado.
David, ven y frótame la nariz. Acércate más.
David, cada noche es una aventura que nos contarás.
Dime si te has encontrado algún Troll por el camino.
Dime cómo has escapado.
Si has silbado a tus amigos.
David, mira que la Luna se va, acuéstate ya.
David, cada noche es una aventura que nos contarás.
David, cuántas cosas que aprender.
Cuántas cosas por vivir junto a ti, David.

No hay comentarios: